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Un postre sofisticado y elegante, ideal para profesionales que buscan sorprender con una combinación única de texturas y sabores. Este montadito cuenta con finas capas de chocolate HERSHEY'S perfectamente atemperado, que aportan un toque crujiente y un acabado impecable. Estas capas se intercalan con una suave crema diplomática de fresa, elaborada con una base de crema pastelera enriquecida con jarabe de fresa HERSHEY'S y crema batida, logrando un equilibrio perfecto entre dulzura y frescura.
Un deleite que combina precisión, creatividad y el sabor único de HERSHEY'S para conquistar cualquier ocasión!
Para la crema:
Batimos las yemas, junto con el azúcar y el almidón de maíz, integra con batidor de mano o si lo prefieres una Kitchen Aid.
Lleva la leche en un recipiente a fuego alto. Cuando hierva, viértela sobre la mezcla anterior.
Devuelve la preparación a la cacerola y lleva nuevamente a fuego moderado para cocinar. No dejes de batir en ningún momento y asegúrate de recorrer con el batidor todos los bordes y el fondo del recipiente para que no se pegue. Continúa revolviendo hasta que vuelva a hervir y se espese formando una crema.
Vuelca la crema en un bowl y bate unos minutos más para bajar la temperatura. Añade la esencia de vainilla e integra.
Cubre con papel film que deberá estar en contacto con la crema para evitar que se forme una costra. Deja enfriar a temperatura ambiente y, luego, lleva a heladera por alrededor de 2 horas. Al retirar la crema pastelera del refrigerador, debes batirla nuevamente para devolver la cremosidad.
Monta la crema de leche o nata.
Incorpora la crema batida a la crema pastelera con la ayuda de la batidora eléctrica en la cual añadiremos poco a poco el jarabe de fresa (previamente enfriado las mismas dos horas).
Para las capas de chocolate:
Derretir el chocolate a 45-50 grados en baño María o microondas, mínimo 500 g para lograr un atemperado más adecuado.
Vaciar 2/3 partes del chocolate en la superficie fría de mármol.
Esparcir con la ayuda de una espátula ancha y una larga, para mantener en constante movimiento sobre la superficie, sin tocar los bordes, por unos minutos.
Extender y recoger hacia el centro el chocolate hasta enfriar a 27 grados, con ayuda de las espátulas, continuamente.
Juntamos el chocolate enfriado, con el resto del chocolate del bowl y mezclamos con una miserable, llevando a una temperatura de 27 grados.
Limpiamos todo el chocolate cristalizado y lo desechamos.
Colocamos el chocolate cuidadosamente sobre un papel guitarra o acetato justo en el centro, una cantidad moderada y enseguida colocamos otro papel encima y presionamos hasta esparcir el chocolate y formar una capa delgada y uniforme. Enfriar por 20 minutos.
Retiramos del refrigerador, quitamos la película plástica y con ayuda de un cortador de galletas de la forma deseada, cortamos la tablilla de chocolate cuantas veces sea posible.
Comenzamos a emplatar, cubriendo esta tablita de chocolate con ayuda de una manga pastelera con la crema de fresa previamente realizada. Repitiendo este paso y para finalizar ponemos la última tablilla.
Por último, en la superficie, decoramos con nuestros frutos rojos, confitura de azúcar y una hoja de menta.